Hacer visible lo invisible

Hace unos meses, decidí tomar una de las decisiones más retadoras de los últimos años: renunciar a mi trabajo corporativo y lanzarme al vacío para crear mi propio proyecto y ser independiente.

Ha sido un camino lleno de magia y momentos que, aún hoy, no puedo creer que hayan sucedido de la manera en que se dieron, y se siguen dando.

Pocos días después de haber salido de trabajar en uno de los lugares donde fui más feliz en mi vida, sin tener la más mínima idea de qué iba a hacer y con los ahorros suficientes para vivir por unos meses, me inscribí a un coaching de negocios con enfoque holístico y energético, justo lo que no estaba buscando, pero que sí necesitaba: Expansion.

Durante los 3 meses de Expansion y en compañía de 11 mujeres increíbles, me di cuenta de la importancia tan grande que tiene el sentido de crear comunidad, un sentido intrínseco que tenemos los seres humanos, y muchas otras especies del mundo.

Recordé algo que me estuve repitiendo constantemente cuando me preguntaban en qué iba a trabajar y de qué iba a vivir cuando renunciara: tú salta, la red aparecerá.

Y, comprobé que sí, efectivamente si saltas, si te mueves y si te sacudes, la red aparece.

Paralelamente, aún sin tener para nada claro qué quería hacer, de qué iba a vivir y en qué iba a trabajar, una amiga me buscó para trabajar con ella en la creación de su marca para un proyecto espectacular, que espero estarles compartiendo pronto. Para darles un poco de contexto sobre mi vida profesional, estudié comunicación social con énfasis en publicidad, luego hice una maestría en marketing digital, y trabajé durante todos los años desde que me gradué, hasta ahora, en lo mismo: publicidad, marketing, eventos, cultura, música, etc.

El caso es que obviamente acepté la invitación de Caro para trabajar con ella en este proyecto y eso implicó la creación y desarrollo de un taller de marca en el que vertiera no sólo mi conocimiento, sino todo eso que me identifica, que me hace ser yo y, más allá de todo, que resuene conmigo, y con mi perspectiva sobre la vida.

En cuestión de poco tiempo, las Expanders, Maia~coach, Caro, mi familia y amigos que me bancaron las ideas locas, las lloradas, los bailes, los mensajes sin responder, etc., se convirtieron en esa red que apareció, creció y me impulsó a crear mi proyecto personal.

Aquí es donde convergen todos los caminos, las historias rotas, los bailes al atardecer, las lágrimas cargadas, las risas a carcajadas, y todas las emociones, energía y acciones que me han hecho darme cuenta de que soy un ser en continua evolución y que, aunque la red y la comunidad es parte esencial del proceso, la más esencial de todas es la disposición de entrar en tu propio interior a escarbar, descubrir y hacer visibles todas esas partes tuyas que están tan adentro de ti, que muchas veces ni sabes que vienen contigo.

De esta manera, poco a poco re~confirmé que tengo este propósito en la vida: crear espacios en comunidad y guiar procesos creativos para recuperar esas partes que habitan en lo más profundo de nuestro ser y crear una nueva realidad más consciente y alineada a nuestra esencia.

Así, lo escuché una y otra vez, no sólo a través de palabras de otros, sino de prácticas holísticas y creativas que afinaban mi intuición y que gritaban que por ahí era.

Para entonces, D · STUDIO estaba en pañales y apenas abarcaba el tema de marcas, y yo estaba dedicada a terminar el coaching y a estudiar sobre las emociones, en paralelo.

Fue después que, a medida que fui adentrándome en el mundo de las emociones, llegó mi momento de introspección sobre mí misma: mi vida, mi proyecto, mis aspiraciones, mi entorno, mi TODO. Desde muy pequeña, soy muy curiosa y he explorado múltiples actividades en las cuales involucrar mi cuerpo y mi imaginación: pintura, cerámica, danza, yoga, maquillaje, cocina, costura, y podría seguir con esta lista, pero creo que me entienden.

Así, recordando mi capacidad de metamorfosis y mi sed de crear, inventar y fluir con mi intuición, empecé a darle mayor importancia y espacio a las prácticas creativas en mi día a día. Para ese entonces, participé en un retiro de silencio y de oda al fuego en la Sierra Nevada de Santa Marta, donde pude continuar explorando-me apoyada en un grupo de personas increíbles que me dieron la confianza para ser completamente vulnerable ante sus ojos pero, sobretodo, ante LOS MÍOS. 

Me tomó un tiempo volver a mi realidad racional de mujer adulta, con responsabilidades financieras y dos gatos que alimentar.

Una parte de mí se quedó en la Sierra explorando más, maravillándose más y SIENDO MÁS. Poco a poco, fui integrando nuevamente todas las partes de mi ser y, de vuelta en la gran selva citadina, entendí que las prácticas creativas nos permiten conectar con nuestra realidad emocional y con nuestro instinto, permitiéndonos ser y sentir.

Estuve meses buscando en distintos rincones del universo, y del conocimiento, para conceptualizar los Happenings y crear los espacios que visualizo cuando me los imagino y, con la integración de mi ser creativo cultivado a lo largo de mi vida, pero sobretodo en los últimos 6 meses entendí que, para llevarlos a un nivel más deep y ofrecer realmente una experiencia de valor, era vital incluir una práctica creativa en cada uno, y compartir el conocimiento y la experiencia que me ha traído a mí, y a muchas otras personas, a crear y disfrutar de una realidad más presente, acompañada y divertida.

Actualmente, estoy en el proceso de creación del primer Happening, una invitación a hacer visible lo invisible, a explorar-se, descubrir-se y disfrutar-se, en compañía de otras almas que están recorriendo el mismo camino de evolución. Pronto será el lanzamiento oficial y si quieres recibir más información haz click aquí.


D*Studio es un estudio de exploración e inmersión creativa que busca elevar tu percepción de la realidad, a través de múltiples prácticas creativas y ejercicios somáticos, para transformarla de manera consciente.

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